lunes, 17 de octubre de 2011

Prevención, Educación y Adquisición De Hábitos Posturales Correctos


Ya antes de nacer el niño es un ser dinámico por lo que no debemos impedir o limitar sus movimientos. Será en su primer año de vida cuando acumulará sus primeras experiencias vitales para el desarrollo del equilibrio y esquema corporal.
El talento de movimiento con el que genéticamente estamos programados al nacer hay que educarlo desde el nacimiento para que posteriormente de manera automatizada consigan hábitos o actitudes posturales armónicas.
     Lactancia: En los primeros días de la vida las posiciones en la que colocamos al bebé en la cuna deben tenerse en cuenta, así como el mobiliario a utilizar o la distribución de la habitación entre otras.
Reflexionemos sólo en alguno de estos aspectos, como puede ser la situación de la cuna del niño en su habitación.    
    La ventana y la puerta son elementos fijos en el espacio, pero muy importantes ya que por ellos se introducirán muchos estímulos visuales y auditivos que marcan las primeras bases sobre las que montará su esquema corporal; por lo tanto el niño debe ser cambiado de postura con frecuencia para que inicie un desarrollo simétrico tanto en la percepción como en su musculatura.